
Un lugar todo verde
“Un lugar todo verde”es una exploración sobre la construcción de un sí mismo -arquitectura siempre fragmentaria y parasitada por los fantasmas de la memoria- dispuesto y expuesto al encuentro con otro. Ajena a cualquier concepción lineal de la temporalidad, Un lugar todo verde pone en escena dos espacios temporales yuxtapuestos: en el centro, el remolino emocional provocado por la pérdida del otro; en el borde, el trabajo de elaboración con los recuerdos acechantes. Cada uno escribe su historia caleidoscópica en la que se entraman hasta confundirse la fragilidad y la potencia del cuerpo, el amor y la muerte, el sueño y la realidad, el encuentro y la pérdida, haciendo evidente la inestabilidad de dichas dicotomías. Y este aspecto se redobla a lo largo de la obra, puesto que los espacios comienzan a franquearse, los cuerpos entran en contacto, se disponen a un juego de atracción y repulsión, que los expone uno hacia el otro.
“Un lugar todo verde” es una obra que escenifica la potencia de la otredad, tanto para construir y sacudir nuestra identidad como para evitarnos naufragar en la soledad. Puerta que se abre, puerta que se cierra. El otro nos salva y nos abisma.